Bienvenida

Bienvenidos a mi espacio, un lugar donde intentaré compartir lo mejor posible, los viajes y vivencias varias que haya tenido en mis carnes. Mi intención con éste blog, es simplemente compartir lo que haya experimentado y que si alguien se anima a hacer alguna ruta o viaje igual que el mio, se pueda hacer una idea de lo que le espera y no ir a ciegas.

En más de un sitio que he ido, me hubiera gustado saber que me iba a encontrar para ir preparado a conciencia y no pasar fatigas, aunque he de reconocer, que esos detalles son muchas veces las anécdotas de las que te acuerdas luego. Espero que disfrutéis como yo de éstos viajes que iré publicando próximamente. Un saludo.

sábado, 11 de septiembre de 2010

CAMINO PORTUGUÉS

CAMINO PORTUGUÉS

     A causa de mi hermanita Estrellita, hicimos durante 6 días, el camino portugués desde Tui (Pontevedra), hasta Santiago el pasado Agosto, del 1 al 7. Fran, Estrella, Carlos, Mari Carmen y yo emprendimos nuestra andanza desde Tui, aunque para llegar hasta allí tuvimos que chuparnos unos 1200 Km. desde Arjonilla con el coche de Carlos y Estrella. Pero como siempre digo en estos casos… ¡¡que nos quiten lo bailao que no es poco!!


     El albergue de Tui tiene 36 plazas y cuesta 5 euros, precio que han subido desde la última vez que estuve haciendo el camino a finales de Marzo de este mismo año para el de Fisterra, que eran 3 euros. Como digo, el albergue cuesta 5 euros, pero si no encontramos plaza hay otro privado que cuesta 12 euros. Nuestro miedo era dormir en el suelo o en el privado por no tener prioridad, pero nuestra suerte fue que hay mucha gente que empieza desde Tui, como nosotros hicimos, ya que para conseguir la Compostela te exigen un mínimo de 100 km caminando y resulta que Tui y Santiago están separados por unos 116 km.

     La primera etapa Tui – Porriño es corta, 16,6 Km. según el GPS que llevé conmigo caminando. La parte negativa es que la mitad de la etapa la pasas en carretera, por lo que los pies se resienten. La gran anécdota de esta etapa, es que a unos 7 Km. de Tui nos encontramos con “la casa de los abuelos” que contagia de espíritu peregrino. En su fachada hay una fuente para rellenar las cantimploras y además una cesta con manzanas. Da gusto ver éstas cosas en el camino. Tardamos unas 3 horas y 30 min. El perfil de ésta 1ª etapa es el siguiente.



    El albergue de Porriño dispone de 44 camas y como sus homólogos en Galicia, está muy bien equipado, incluso con cocina, cosa que el de Tui no tenía. Cuesta 5 euros y está al lado de un arroyo. Nos aconsejaron un sitio para comer donde nos quedamos muy satisfechos. Por 8 euros, comimos 1er y 2do plato con pan, bebida y café, en el caso de la bebida nos pedimos 1 cerveza y nos trajeron una de medio litro y después nos pedimos otra y ni siquiera nos la cobró. El sitio es genial, un poco de calor porque el techo es de uralita pero fenomenal, su nombre: “Mesón Mondariz”.


     La segunda etapa Porriño – Redondela fue una jornada de 15,5 Km. y unas 3 h. Lo más significativo de la etapa es la bajada que tenemos antes de llegar a Redondela. El perfil de la etapa es este:


    El albergue de Redondela tiene 42 camas y está bien equipado con cocina e incluso nevera. El precio es el mismo, 5 euros. Lo malo de este año Xacobeo es que hay muchísima gente, teniendo en cuenta que el albergue abre sus puertas a las 13,00 y se da paso a la gente por orden de llegada, nos dimos prisa en llegar. Lo hicimos a las 11,15 y delante nuestra ya habían unas 15 personas. La gente que se queda fuera tiene que buscarse una alternativa.


     La tercera etapa Redondela – Pontevedra ha sido al final de 18,5 Km. según el GPS, aunque en la guía nos ponía 21 km. Si bien es cierto que el albergue está justo a la entrada de Pontevedra, al lado de la estación de RENFE y autobuses. El albergue dispone de 72 camas, 2 lavaderos, cocina con dos micro-ondas y vitrocerámica. Tiene dos subidas pronunciadas aunque las vistas merecían la pena. El perfil no está mal.



    Lo mejor de esta jornada es que esta vez sí hemos visto por primera vez lo que es el camino de Santiago, tocar poco la carretera y que los árboles te tapen el sol a lo largo del camino. Es precioso. 
    La cuarta etapa Pontevedra – Caldas de Reis, nos ha supuesto 24,5 Km. y 4h 26 min. El albergue tiene 36 camas y 10 colchonetas que también se pueden utilizar como cama. La etapa no fue tan duro respecto a desnivel, pero al tener que ir más rápido por el miedo a no pillar cama, nos pasó factura. El perfil es éste.



    Lo bueno del albergue, no es su equitación, que no tiene ni cocina y los baños son mixtos, separando las duchas, sino que el dueño del albergue, lo es también del bar de al lado, por lo que el albergue cierra las puertas cuando el bar. Lo peor sin duda de la etapa, es su mala señalización para llegar al albergue, que sino preguntas, es muy difícil llegar. Por cierto, está al lado del puente romano.


     Una de las etapas más esperadas era nuestra 5 etapa, que fue Caldas de Reis – Padrón. Padrón, ciudad donde nacieron Rosalía de Castro, Camilo José Cela y el “Trovador Macías el enamorado”. Aunque más que por esto, Padrón nos atrajo por sus famosos ¡¡¡pimientos!!! La etapa fue de 19,5 Km. y 4h 8 min. El perfil.



    El albergue tiene 46 plazas y es de los mejores que hemos visto en cuestión de camas. Tiene cocina con mesas de comedor bastante grandes. Un consejo, si os quedáis esperando a que abran el albergue, no se os ocurra sentaros en un banco de piedra que hay al lado de una fachada cerca del albergue, que sino saldrá una vecina que te amenazará con azuzarte


    Por fin y después de 5 jornadas caminando nos llegó el último día para llegar a nuestro destino, Santiago de Compostela. Fueron 26 Km. que recorrimos en 5 h 16 min. en lo que fue sin duda una etapa que se nos hizo un poco larga porque la entrada que tiene el camino portugués en Santiago es un poco fea y además es larga y para rematar, es en cuesta. El perfil es éste.



    Pero sacamos las fuerzas que nos quedaban para llegar y lo importante es que lo conseguimos. Ha sido un camino que como tal, tiene sus momentos buenos y malos, pero que siempre merece la pena por la convivencia, la amistad, el respeto, el conocimiento multicultural y de una lista interminable de experiencias que sin duda harán mella en el caminante. Todo un reto que te hará sentir orgulloso de ti mismo y sino que se lo pregunten a cualquiera que haya hecho el camino y halla llegado a la “Plaza D’Obradoiro” Esa sensación, no se puede describir y vivirla, sin duda, será un recuerdo inolvidable.

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